jueves, 23 de diciembre de 2010

Las Perfecciones Provisionales (Le perfezioni provvisorie), 2010, de Gianrico Carofiglio

Sinopsis extraída del propio libro:
“En Bari, la vida del abogado Guido Guerrieri transcurre en un perfecto equilibrio entre su trabajo de abogado y los éxitos que éste le reporta –acaba de mudarse a un moderno despacho donde cuenta con dos eficientes colaboradores– y su solitaria vida privada siempre con tendencia a sumergirle en la melancolía. Una melancolía que combate con su música, sus largos paseos nocturnos y su saco de boxeo al que trata como un auténtico amigo.
Sin embargo, como todos los equilibrios perfectos, el de Guido Guerrieri está condenado a ser provisional y cuando recibe la petición de un colega de investigar la desaparición de la joven Manuela, a quien nadie ha visto desde hace ya varios meses, su rutina se verá alterada y se verá obligado a mirar a los ojos a una juventud que, por más que le pese, ya nada tiene que ver con la suya.”
Gianrico Carofiglio, fenómeno de ventas en Italia, es un gran narrador de historias, donde unos personajes bien construidos y de sutil ironía, proporcionan la frescura y el ritmo óptimo para conseguir leer de un tirón una novela que nos sumerge en algunas facetas de la sociedad actual, que no siempre observamos con valentía.
Algunas de las frases que nos han llamado la atención:

“Existen algunas cosas con las que considero que debo que ser despiadado. Entre éstas figuran los mocasines con borlas; también las cadenas o las cintas para llevar las gafas colgadas, las plumas Cartier, los…”
“Saqué del cajón una de mis tarjetas de visita, apunté con la pluma también, el número…”
“El juez había tomado papel y pluma y estaba escribiendo”