Texto aparecido en un periódico, en 1924, y en el que se hace referencia a Jules Janin, escritor y critico teatral francés y a cierto comentario premonitorio sobre el nacimiento de la pluma estilográfica a consecuencia de la invención del plumín de acero.
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LA STILOGRÁFICA
Hemos leído en Le Gaulois que cuando en 1.849 fue inventada la plumilla de acero, Jules Janin lanzó contra ella el anatema y extremó sus alabanzas a la pluma de ave, cuya meticulosa preparación daba al pensamiento tiempo para la reflexión y hasta para la meditación. Y añadía:
"¿Quién sabe si grandes genios que sería preciso matar a boca de jarro, no perfeccionarán la pluma de acero!, ¡Perfeccionar la pluma de acero, gran Dios!
y ¿con qué objeto? Ese perfeccionamiento consistiría en encontrar una pluma que llevase ella misma y destilase su tinta, como la serpiente lleva y destila su veneno.
Por ese medio, una rapidez nueva sería añadida a esta ya espantosa rapidez. La mano del escritor quedaría constantemente fija sobre el papel, sin que el espíritu tuviese, para recobrarse y reflexionar, ni siquiera el ligero intervalo que todavía separa la pluma de acero del tintero en que bebe.
¡Si caemos en ese progreso, no hay que dudarlo, el fin del mundo está próximo!"
Jules Janin presintió la invención de la pluma-fuente; pero hace ya veinte años que escribimos con stylo y... el mundo sigue viviendo.
