Esta pequeña obra de Irene Nemirovsky, titulada El Baile (Le Bal), publicada en 1930, nos relata la historia de una familia de nuevos ricos que pretenden ganarse el reconocimiento de la alta sociedad parisina, que desprecia a los que carecen de su rancio abolengo.
Para lograrlo organizarán un baile en el que invitarán a las 200 personas más influyentes de la Capital de la Luz; todo tendrá un inesperado final cuando la hija, Antoinette, decide vengarse, afianzando así su autoestima en la lucha que mantiene con su madre, que le impide asistir al gran espectáculo.
Recogemos los párrafos en que sale a relucir el mundo de la escritura:
“… mientras su madre preguntaba a la inglesa:
-¿Tiene Antoinette la letra bonita, al menos?
- Yes, Mrs. Kampf
- ¿Por qué?- preguntó la aludida, tímidamente.”
“Su madre le mostró un pequeño velador donde había tinta, plumas y un papel de cartas y sobres.”
“… se inclinó sobre el hombro de su hija, que escribía sin levantar la frente:
- Es verdad que tiene una letra muy bonita, muy formada…”