Era el año 1970 cuando Parker presenta en sociedad una nueva línea de estilográficas denominada T-1.
Llama poderosamente la atención el plumín, que se desvanece en la boquilla, ya que están realizados en una sola pieza.
Además, el material empleado en la fabricación de la pluma es el titanio, un metal de color gris plata que se utiliza por primera vez en el mundo de la escritura, de alta resistencia a la corrosión y gran resistencia mecánica y mucho más ligero que el acero.
Para acabar de dar más relevancia aun a la nueva criatura, tanto en el culote como en la corona, se adorna con un tapón transparente de color rojo rubí que hace que se vea inmediatamente al llevarla en el bolsillo.
Este gran acontecimiento se ve empañado por el funcionamiento de la estilográfica, que no es de los mejores, y la gran dificultad que conllevaba el trabajo del titanio con la tecnología del momento.
Así pues, la T-1 se deja de fabricar al año siguiente, es decir, en 1971.
A pesar de todo, es una pieza que siempre es buscada y deseada por los coleccionistas, ya que supuso un hito histórico tanto en el diseño de la boquilla-plumín como por el material empleado, y por eso se merece también un lugar en nuestro recuerdo. Posteriormente, otra serie de la casa llevaría la impronta de esta pluma, pero ya realizado con otros materiales, y que tampoco estuvo mucho tiempo en el mercado: la Parker 50 Falcon.