Hay ocasiones en que los problemas de flujo de tinta, bien por que no exista o sea intermitente, puede deberse a una ligera desviación lateral, a izquierda o derecha, de la línea que deben mantener el canal por el que baja la tinta por el alimentador y el corte realizado en el plumín.
Como se puede apreciar en la imagen 1, tanto el canal de tinta como el corte del plumín están debidamente alineados, por lo cual el flujo de tinta será perfecto (a falta de otros problemas), ya que la tinta que baja por el canal entra directamente en contacto con el corte del plumín y, por medio de la capilaridad, entra en el hueco del corte y se desliza hasta el punto.
En la imagen 2, hemos provocado intencionadamente una desviación exagerada, a fin de que sea más visible el desajuste y poder ilustrar mejor el artículo; en este caso es imposible la comunicación entre canal de alimentación y corte del plumín, por lo cual no llegará tinta al punto; pero hay que tener en cuenta, que en aquellas ocasiones en que aparentemente “todo está bien”, cabe la posibilidad de que exista cierta desviación que afecte al flujo.
Ante una situación de estas, habría que revisar, por un lado el alimentador, ya que puede tener el canal mal tallado, es decir, que no siga una línea recta, o que debido a malas condiciones de conservación esté deformado hacia un lateral; y por otro el plumín, ya que pudiera darse el caso que estuviera torcido, bien por defecto de fabricación (cosa realmente muy rara) o bien que perdiese la forma por mal uso, o se hubiera colocado mal.
Por ello, es muy importante alinear el alimentador y el plumín antes de su colocación en la boquilla, cerciorándonos de su correcta posición, uno respecto al otro; después se procede a colocar ambos en la boquilla, sujetándolos con firmeza para evitar desajustes.
Es conveniente mirar el montaje teniendo en primer término el alimentador, ya que al ser más estrecho que el plumín, nos permite ver si nos hemos desviado a la hora del montaje.
La mayoría de los casos severos de mal funcionamiento que hemos observado se deben, principalmente, a que el alimentador se deformó con el paso del tiempo, por ejemplo por exposición a una fuente de calor; en otras, era simple y llanamente la mala elaboración del canal en el alimentador, quedando relegado este último caso, generalmente, a piezas de baja calidad.