Quinta y última aportación del libro Poemas de la oficina, de Mario Benedetti en que, aunque no especifica el uso de estilográfica, lo deja bien claro cuando cita “escribe sin borrones”.
Lamentablemente, su pluma no volverá a pintar un papel en blanco con sus imágenes en palabras.
Viene contento
el nuevo
la sonrisa juntándole los labios
el lápizfaber virgen y agresivo
el duro traje azul
de los domingos.
Decente
un muchachito.
Cada vez que se sienta
piensa en las rodilleras
murmura sí señor
se olvida
de si mismo.
Agacha la cabeza
escribe sin borrones
escribe escribe
hasta
las siete menos cinco.
Solo entonces
suspira
y es un dulce suspiro
de modorra feliz
de cansancio tranquilo.
Claro
uno ya lo sabe
se agacha demasiado
dentro de veinte años
quiza
de veinticinco
no podrá enderezarse
ni será el mismo
tendrá unos pantalones
mugrientos y cilíndricos
y un dolor de espalda
siempre en su sitio.
No dirá
si señor
dirá viejo podrido
rezará palabrotas
despacito
y dos veces al año
pensará
convencido
sin creer su nostalgia
ni culpar al destino
que todo
todo ha sido
demasiado
sencillo.