Pequeño apunte recogido de Avante Revista Mensual de Pedagogía del año 1936, bajo el título El Inventor De Argumentos, en el que se pondera a las personas que saben crear un argumento de venta eficaz y conseguir con él convencer al consumidor.
Entre otros dos ejemplos se cita este:
PARA VENDER PLUMAS ESTILOGRÁFICAS
Un fabricante ha hecho el cálculo de lo que cuesta no usar una buena estilográfica. En el cálculo entran el gasto de plumillas y manguilleros, de tinteros, posos de tinta y especialmente los borrones que estropean los escritos y el tiempo que se tarda en mojar la pluma cada cinco palabras.
El argumento es convincente y por ello el anunciante encabezaba los anuncios diciendo: ¿Cree usted que el tiempo es oro?