En alguna ocasión me han hecho esa pregunta y creo que no tengo una respuesta fácil.
En primer lugar me gusta todo lo que tenga que ver con la escritura, con la papelería en general. Me gustan las libretas, me entusiasma el tacto de un buen papel, las gomas de borrar, los lápices, las ceras de colores, las barras de grafito, los cartapacios, las libretas de caligrafía...
En fin, todo lo que gira alrededor del mundo de la palabra escrita o del arte gráfico en general.
Y ¿qué mejor arma de escritura que una pluma estilográfica?.
La tomamos entre los dedos, la posamos suavemente sobre una hoja en blanco, y sin presionar, la deslizamos sobre la superficie blanca haciendo trazos de tinta sobre ella, expresando nuestras ideas, pesares, esperanzas, utopías, alegrías y temores.
Y todo queda ahí, en forma de retazos legibles y comprensibles, todo ello trazado con un instrumento de escritura noble y a la vez sencillo.
Colecciono plumas por la misma razón que otros coleccionan sellos o monedas o latas de cerveza o cromos, porque me gusta, porque siento placer al ver el pequeñísimo conjunto que forman, porque me gusta tener el día de limpieza de mis pobres tesoros, porque disfruto sintiéndolas entre mis dedos , porque me gustan.
Confieso que no soy un coleccionista al uso. No tengo muchas plumas pero las uso todas. Cada temporada, las saco de sus cajas y escojo una entre las 15 que tengo para cargarla de tinta y usarla hasta que el depósito se vacíe, para luego rellenarlo las veces que sean necesarias o limpiarla y darle la oportunidad a otras de sus compañeras de ver la luz.
La afición por las estilográficas nace tal vez el día de mi comunión, cuando mi abuela Mercedes me regaló un juego de pluma y bolígrafo Parker ( que levante la mano el que no haya recibido nunca un regalo así).
Tras aquella primera pieza, llegaron otras, de escaso valor económico pero de mucha carga emocional y sentimental.
Ahora , en la edad adulta, he ido adquiriendo poco a poco, que este es un "vicio" algo caro, ejemplares de distintas casas: Montblanc, Cross,Parker, Visconti, Waterman, Ancora y Delta.
Todas ellas tienen detrás una pequeña historia, un recuerdo especial o un sentimiento escondido.
Todas son especiales, desde la fina Cross a la elegante Serenité pasando por la para mí inimitable Dolce Vita hasta la enigmáticamente luminosa Edson.
Si tú coleccionas, comprenderás lo que digo.
Un saludo desde la pluma cibernética.
Agustin Sevilla