viernes, 20 de julio de 2007

Caligrafia: Letra Española

De un libro de 1915

En nuestra Patria tenemos también un carácter de letra propio. La mayoría de las naciones, además de tener los distintivos del idioma, costumbres, etc., ofrecen el distintivo de un carácter de letra especial.
Prueba de ello son los mismos nombres con que se distinguen los caracteres: letra inglesa, redondilla francesa, letra norteamericana, itálica, alemana, etc., etc.
Nuestra letra nacional, necesita para su formación de una plumilla especial, la cual ha de ser distinta según el tamaño de la letra a escribir. El trazo de la letra española consta de veintitrés rasgos diferentes, pero todos ellos son modificaciones de un recto y un curvo, los únicos verdaderamente radicales.
En este carácter de letra dominan los trazos gruesos. Ofrece condiciones de mucha permanencia por hallarse el trazado de muchos gruesos en los extremos de la letra.
Las mayúsculas tienen casi exclusivamente trazos curvos. En las minúsculas hay aproximadamente igual cantidad de curvos que rectos.
Para su trazado no es necesario apretar la plumilla; basta llevarla siempre con suavidad, haciendo únicamente la leve presión necesaria para que la plumilla suelte la tinta.
Esta cualidad tiene mucha importancia ya que permite pueda escribirse con mucha velocidad.
Letras Minúsculas
La clasificación que hacen los calígrafos para las minúsculas, en radicales y derivadas, es también aceptable para el estudio de las de letra española.
Consideramos como primitivas o radicales las letras siguientes:
i, r, c, l, p.
Todas las demás letras, excepto la s, se derivan de estas cinco letras.
La s, por tener un trazado especial sin semejanza con otra letra, no puede considerarse ni primitiva ni derivada.
Pequeño Estudio del Trazado de estas Letras
La letra i minúscula del carácter español, es la más sencilla, como la misma letra en las demás clases de escritura, por la gran facilidad de su trazado.
Se derivan de esta letra:
La u, compuesta de dos íes, sin punto alguno.
La t, que es una i alargada por la parte superior hasta una mitad del tamaño de la letra. En el punto superior de la altura normal de la escritura se hace un trazo corto horizontal en sentido derecho.
La r, ofrece ya alguna mayor complicación.
La rr, una de sus derivadas, se forma como su mismo nombre indica, repitiendo la radical.
La n, otra de sus derivadas, se forma añadiendo a la r un trazo vertical parecido al cuerpo de la i.
La ñ, se forma trazando encima de la n una tilde (del latín, títulos, señal o indicación).
La m, se forma se forma repitiendo el trazo último indicado para el trazado de la n.
La letra radical e, es de forma elíptica, aunque solo es la mitad de esta figura.
Se derivan de ella la a, que viene a ser una c cerrada por una i sin el punto.
La q, es una a cuya i se ha alargado hasta la línea inferior de palos.
La x, se forma de una c invertida unida a otra c corriente.
Se forma de la elipse menor, la radical o.
Se deriva de esta letra la v, que tiene la forma de una o sin cerrar, con un enlace en la derecha.
La z, se forma del último trazo de la v, de un perfil recto diagonal y de un tilde unida a este.
La radical l, está formada por una t sin brazo y una curva de ligazón.
La derivada ll, se forma de la repetición de la primitiva l.
La d, es una c unida a una l.
También se derivan de ella la h, la ch, la k y la b. Por lo sencillas, omitimos los detalles de la derivación.
Letras Mayúsculas
De la radical C, se derivan la compuesta Ch, la X, la G, la E y la S.
Tienen trazado derivado de la L, la compuesta Ll, la Q y la D.
Se derivan de la T, la H, la K y la Z.
Toman los trazos principales de la O, la V y la W.
De la A, se derivan la M y la N.