“LOS EXPERIMENTOS SE HACEN CON GASEOSA”
Antes de tener que realizar ésta o cualquier otra reparación sobre una pieza antigua, es conveniente probar con materiales que no tengan valor, ya que una mala actuación podría llevar a la pérdida de valor de la estilográfica, e incluso en algunos casos, al deterioro total de dicha pieza. Aunque sean de nuestra propiedad, debemos recordar que con cada estilográfica antigua que se pierde, perdemos TODOS un trozo de nuestra historia y como reparadores, amantes y coleccionistas que somos, debemos cuidar que ese patrimonio se conserve a lo largo del tiempo.
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Grupo de Escritura: Conjunto de boquilla o agarre, alimentador y plumín.
El primer punto a tener en cuenta es que debemos usar en la limpieza de nuestras estilográficas un solo producto: EL AGUA. Siempre a temperatura ambiente.
Limpieza normal o de mantenimiento:
Carga de Cartucho:
Quitamos el capuchón y el cuerpo para dejar solamente el grupo de escritura, que introduciremos en un recipiente con agua, dejándola inmersa en él el tiempo que sea necesario para que deje de manchar el agua con restos de tinta; para ello, cambiaremos el agua cuantas veces sea preciso.
Otro tipo de carga:
Quitamos el capuchón y sumergimos el grupo en agua y accionamos el sistema de carga (embolo, palanca, etc.) para que penetre el agua en el interior de la pluma y al salir vaya limpiándola. Repetimos la operación hasta lograr que el agua deje de salir sucia.
También podemos cargar la pieza y dejarla con el agua en el interior del cuerpo para facilitar la desincrustación de la tinta más rebelde y a la vez dejar sumergida el grupo para ablandar la tinta del alimentador. Lógicamente, repetimos hasta que el agua deje de salir sucia.
Limpieza de recuperación:
A veces, cuando una estilográfica lleva mucho tiempo sin usar y tiene mucha suciedad y tinta reseca, hace muy dificultosa la limpieza, ya que la tinta puede llegar a obstruir tanto los canales de aireación como los de la bajada de la propia tinta.
En ocasiones, será necesario proceder a desmontar el grupo, para separar la boquilla del alimentador y del plumín, con lo cual conseguimos eliminar esa obstrucción, y procederemos a meter las tres piezas en el agua para su limpieza.
La boquilla y el plumín generalmente no presentarán mayor problema que una breve estancia en contacto con el agua, para quedar listas para el uso; pero al alimentador puede ser necesario ayudarle. ¿Cómo?
"NUNCA" repito aunque parezca obvio, "NUNCA", poniéndolo en remojo en alcohol, gasolina, lejía, disolvente o cualquier otro producto que no sabemos como puede afectar al alimentador; en casos severos he visto alimentadores total o parcialmente derretidos por uso de líquidos no apropiados, llegando incluso a soldarse con la boquilla.
Lo mejor es tenerlos en remojo (siempre, recuerda, en agua) el tiempo que haga falta, y ayudarnos de un cepillo de dientes para frotar los canales de tinta y aireación, para favorecer la salida de material reseco y que el agua llegue mejor a todos los puntos. En algunos casos más rebeldes, se puede utilizar una aguja muy fina o un pelo de metal como los que tienen los cepillos de limpiar los zapatos de ante, para hurgar en los delicados canales y ayudar a expulsar los restos más recalcitrantes.
Después procederemos al montaje de las piezas y a su colocación de nuevo en la estilográfica.