Vamos a valorar única y exclusivamente los pasos que deberíamos seguir cuando vamos a adquirir una estilográfica para nuestro uso personal; dejaremos de lado el coleccionismo, la belleza, la rareza, la moda o cualquier otra consideración, que no sea estrictamente el buscar una pieza que se ajuste a nuestra mano y a nuestro tipo de escritura como anillo al dedo.
A tener en cuenta:
1.- Tamaño de la mano: debemos buscar una estilográfica proporcionada y que se adapte cómodamente a nuestra mano, ya que una mano pequeña se desenvolverá peor con una estilográfica grande o gruesa y una mano grande se verá con dificultades para coger una pieza de las denominadas mini. Afortunadamente hoy en día algunas marcas tiene varios tamaños y grosores, que nos facilita la elección; por ejemplo la linea Dolce Vita de Delta con al menos 7 tamaños diferentes.
2.- Sudoración: Pocas veces tenido en cuenta y que puede hacer de la experiencia de poseer una estilográfica, un disgusto. Hay personas que tienen un sudor más corrosivo de lo normal y deberían evitar especialmente las piezas con cuerpos chapados o plateados, ya que existe la posibilidad de que su sudor acabe atacando el baño metálico de la estilográfica. Mejores opciones son el celuloide, la caseína, la resina y en general cualquier material sintético, madera o metales macizos, como la plata.
3.- Presión de la mano al escribir: Cada persona tenemos una manera diferente de ejercer presión sobre el instrumento de escritura y por tanto sobre el papel. Para los que presionan mucho siempre será mejor un plumin de los llamados encerrados o escondidos que los abiertos, un plumin corto o pequeño que uno más largo o grande, uno metálico que uno de oro, ya que son más rígidos.
4.- Tamaño de letra: Si tenemos una letra pequeña, lo más conveniente sería la elección de un plumin fino o extra fino, ya que si cogemos uno medio o grueso las letras, sobre todo las cerradas como a, b, d, e, g, l, o, p, q, podrían cegarse o emborronarse. Si por otro lado tenemos una letra normal o grande nos irá mejor un punto medio o grueso, ya que si usamos uno fino, practicamente no se verá lo escrito.
5.- Velocidad de escritura: Si somos de trazos rápidos y leves, con una liviana presión, nuestro será con toda posibilidad el plumin de punto medio; un punto fino o extra fino no haría más que rascar la superficie del papel e incluso engancharse en sus fibras, dificultando la escritura. El punto fino o extra fino se ajusta mejor a una escritura más sosegada.
6.- Peso de la estilográfica: Muy a tener en cuenta. El peso debe estar bien equilibrado y no debemos sentir su peso en la mano, y si nos gusta escribir con el capuchón puesto, éste no debería tirar hacia atrás de la estilográfica, es decir que el peso del capuchón no debería descompensar o desestabilizar la posición general de escritura.
7.- Cierre de la estilográfica: De presión, de pulsador o de rosca. Depende de los gustos. Hay personas que les gusta el sistema de pulsador porque funciona igual que un bolígrafo y lo encuentran mas rápido de usar, otros prefieren las de rosca por ser más tranquilos o bien porque tiene que firmar importantes documentos y mientras van desenroscando el capuchón, les da tiempo a echar una ojeada a lo que van a rubricar.
8.- Sistema de carga: Totalmente a gusto del consumidor. Los más habituales, cartucho, convertidor o embolo.El cartucho tiene a su favor el hecho de que se puede recargar facilmente en cualquier sitio u ocasión, con tan solo tener la precaución de tener a mano otro de repuesto.
Con el embolo y por tanto con el convertidor que sustituye al cartucho, tenemos que tener a mano un tintero, que resulta mas tranquilo, económico y placentero.
Teniendo estas consideraciones en cuenta, podremos hacernos con una estilográfica a nuestra medida, que se ajuste como un guante a nuestra mano y disfrutar durante muchos, muchos años de su empleo en nuestros escritos, de formar parte de nuestros sentimientos y de ayudarnos a expresarlos con deleite.
Y como ultima consideración, cuando vayas a escoger un instrumento de escritura, no recurras a cualquier sitio o tiendas de moda o vendedores de mucha cantidad, pero que venden estilográficas como podían vender pollos o cualquier otro genero solo porque venden. Busca el consejo y apoyo de un buen especialista, en el que primará sobre todo tu satisfacción al encontrar una pieza que se ajuste a tus necesidades y deseos, antes que la ganancia que puedan sacar de la operación.
Lógicamente también ellos necesitan ganarse la vida como todo hijo de vecino, y después de dedicarte todo el tiempo del mundo y aconsejarte siempre bien, pensando en tus necesidades entre las que se incluye el precio a pagar, recuerda, no pidas descuento. Ellos solo te cobran lo que valen las piezas y que es un precio estipulado por las marcas, nunca te hacen pagar el mimo, cariño y atención con que te tratan.