
En 1945 vende la licencia para la fabricación en Estados Unidos a Eversharp Faber, por la increíble cantidad de 2.000.000 de dolares y en 1951 a Marcel Bich, creador de BIC, para su explotación en Europa.
Entre otros muchos inventos, patentó también una estilográfica en 1928; y aunque este lugar de encuentro se dedica a potenciar el conocimiento de las plumas estilográficas, (lapiceras fuente, las llaman en Argentina), queremos recordar a László József Biró ya que revolucionó el mundo de la escritura y fue con su creación, el artífice del posterior declive de las plumas, que hasta ese momento eran las reinas inequívocas del papel.