Cuando en 1924 el suizo Arnold Schweizer compra la fabrica Ecridor, se ponen en contacto con la viuda del celebre dibujante nacido en Moscú en 1859 y muerto en París en 1909, Emmanuel Poiré.
De dichos contactos resultan una suculenta ayuda para la viuda y el uso por parte de Schweizer del apodo que usaba el dibujante, a modo de homenaje a su figura, y lógicamente, por otro lado, aprovecharse de un nombre celebre para la andadura de su nueva empresa, para lo cual adoptó y adaptó ligeramente la firma con que remataba sus viñetas.
Poiré firmaba sus trabajos con el seudónimo afrancesado de Caran D'ache, que originalmente viene de la palabra rusa "karandash" que significa "lápiz".